A veces sentimos que estamos desolados, alejados, afligidos, y poco inspirados para seguir con los caminos de Dios, nos agobian los males y los continuos ataques de las personas que dicen "ser tus amistades", que te impulsan a dejar de lado tu amor al padre, este sentimiento es normal en todos los seguidores de nuestro señor Jesucristo ya que al ser humanos tenemos debilidades y dudas de su divinidad y gloria, pero con el tiempo este sentimiento desaparece y el amor hacia Dios vuelve a fluir tomando con mas fuerzas sus caminos pasándonos igual que a San Francisco de Asís que al principio no entendía porque había sido elegido por Dios pero que con gran amor hacia él y con una dedicación inagotable caminó por el mundo predicando su palabra y el gran amor que nos tiene.
Francisco sabia que el vivir en la esperanza del amor de Dios lo ayudaría a llevar su camino a la perfección y cambiaria su pensamiento para así poder ayudar a los más necesitados y a los que ya se habían rendido en la vida, con su ejemplo inspiro a muchos a entender que Dios nos ama y se preocupa por nosotros, es por ello, que llevo a muchos lugares del mundo su PAZ y BIEN reconciliando los corazones de los hombres animándolos a estar al lado del señor.
La Juventud de hoy tiene la misma misión que tubo San Francisco y es llevar la esperanza del amor de Dios, predicar que el que este a su lado será feliz y que siempre que se esté en gracia nuestro señor lo recibirá con los brazos abiertos en las puertas de los cielos, al igual que francisco pidamos nosotros que se nos iluminen las tinieblas de nuestro corazón y una fe recta y una esperanza cierta para que cumplamos con los veraces mandamientos del señor, el llamado ahora es a no tener miedo a ser rechazados, no tener miedo a bezar a los leprosos de hoy, el llamado es a tratarnos como hermanos y vivir en comunión con tu prójimo y con Dios.
PAZ y BIEN
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